La reforma de la Justicia española vive un punto de inflexión con la entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2025 de Eficiencia Organizativa del Servicio Público de Justicia. Una de sus medidas clave es la creación de los Tribunales de Instancia, que sustituyen los actuales juzgados unipersonales.
Estos tribunales se dividen en secciones especializadas en Civil e Instrucción, con el fin de unificar los criterios procesales y mejorar la coherencia y consistencia de las resoluciones judiciales. Sin embargo, esta reforma ha suscitado críticas dentro del sector judicial, ya que algunos profesionales temen que esta nueva estructura pueda generar más problemas de los que resuelve.
Otra de las medidas, que ha entrado en vigor el pasado mes de abril, es la obligación de acudir a los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC) en el ámbito civil y mercantil antes de interponer una demanda. Esto implica, en la práctica, que no se podrá tramitar ninguna demanda en estos ámbitos (salvo excepciones recogidas en la norma) si no se acredita el intento de haber realizado un proceso de mediación.
En este contexto, la abogada almeriense Patricia Fernández Orland, especialista en Derecho Civil, Mercantil y de Familia, aborda el impacto de los MASC. Según Patricia, la saturación de los tribunales es un desafío constante. “Los juzgados están sobrecargados de trabajo, y los MASC pueden ser una herramienta clave para descongestionar estos tribunales”, asegura.
Sin embargo, la abogada advierte que la efectividad de los MASC no solo depende de su implementación, sino de un cambio cultural hacia la mediación como opción prioritaria antes de recurrir a los tribunales. “La mediación debe ser vista como una herramienta válida, no como una solución de segunda mano. Muchos clientes llegan al abogado con la idea de que la única solución es un juicio, pero esto debería cambiar”, afirma Patricia.
Uno de los principales obstáculos para que la mediación funcione de manera efectiva es la falta de confianza de los clientes en este proceso. “Muchos de mis clientes siguen creyendo que ‘la justicia está en el juzgado’, y no logran ver que un acuerdo previo puede ser mucho más beneficioso que un juicio donde un tercero decida por ellos. La mediación permite que las partes retomen el control sobre su futuro, algo que el tribunal no puede ofrecer”, explica Orland.
“Es importante aclarar que la ley no obliga a llegar a un acuerdo. Las partes deben acudir a los MASC y hacerlo de buena fe, pero si no es posible el acuerdo, la justicia está garantizada. Habiendo acreditado el uso de los MASC, podrán iniciar el procedimiento judicial”, asegura.
Patricia resalta que la mediación no solo beneficia a las partes en términos de costes y tiempo, sino que también genera un entorno menos conflictivo. “Hoy en día, muchas personas evitan emprender acciones legales por miedo a los altos costes y al desgaste emocional de un juicio. Con los MASC, se obliga a la contraparte a negociar de buena fe, lo que crea un ambiente más equitativo”, señala.
La confianza: la clave del éxito
La abogada hace hincapié en que la confianza en la mediación es esencial para su éxito. “Cuando ambas partes están dispuestas a escuchar y a negociar la mediación no solo resuelve el conflicto, sino que fortalece las relaciones. Es una vía más humana para resolver disputas, ya que evita la confrontación directa, que suele generar resentimiento y división entre las partes”, comenta.Ventajas Adicionales de los MASC
Ventajas adicionales de los MASC
Fernández Orland también destaca varias ventajas adicionales de los MASC. “Es indudable que cuando un conflicto es resuelto directamente por las partes mediante un acuerdo consensuado, generalmente será más beneficioso que una sentencia judicial impuesta. Además, el cumplimiento de los acuerdos es mucho más alto”, asegura.
La abogada pone como ejemplo su experiencia en el ámbito del Derecho de Familia: “En los casos de divorcio o regulación de medidas, los acuerdos alcanzados mediante mediación tienen un nivel de cumplimiento mucho mayor que aquellos dictados por sentencia en procedimientos contenciosos”.
Esto no solo ocurre en el ámbito familiar, sino también en sectores empresariales y laborales, donde los MASC pueden ofrecer soluciones eficaces a disputas sin recurrir a largos y costosos procesos judiciales. “Los MASC son rápidos, flexibles y menos costosos, lo que ayuda a preservar las relaciones entre las partes”, señala Fernández Orland.
Un mensaje para la ciudadanía
Finalmente, Patricia lanza un mensaje a la ciudadanía: “Esta reforma no limita el acceso a la justicia, sino que la hace más ágil, menos costosa y más accesible para todos. Promueve una cultura de acuerdo y diálogo que beneficia a todos los implicados”, concluye.
De este modo, los Medios Adecuados de Solución de Controversias y la mediación se perfilan como una solución efectiva ante la sobrecarga de los tribunales. No solo desahogan el sistema judicial, sino que permiten que las personas recuperen el control sobre sus vidas, evitando el desgaste emocional y económico de los juicios. Con el respaldo de profesionales como Patricia Fernández Orland, esta reforma puede convertirse en una herramienta eficaz para lograr una justicia más humana, accesible y eficiente para todos.
Accede a la versión digital de la entrevista aquí: La Voz de Almería
